Existen muchas versiones acerca del origen y el porqué de la existencia del día de San Valentín. Según la leyenda, el Día de los Enamorados o día de San Valentín, proviene de una festividad cristiana, celebrada a partir del siglo V en conmemoración de las buenas obras realizadas por el santo Valentín relacionadas con el amor y el cariño. La leyenda principal cuenta que el sacerdote arriesgaba su vida celebrando matrimonios de jóvenes enamorados que estaban en prisión cuando el cristianismo estaba prohibido. El emperador Claudio II, al enterarse de las buenas acciones de Valentín, lo hizo prisionero a él también, ordenando su ejecución el día 14 de febrero del año 270. Se dice que estando en prisión se enamoró de la hija del emperador y el último día de vida encontró la ocasión de entregarle un papel que decía “Tu Valentín”. El simbolismo de esta historia fue clave para el desarrollo de las connotaciones románticas de este día.
Pero no fue hasta la Edad Media cuando San Valentín se comenzó a interpretar como un día para celebrar el amor y el cariño cortés, donde el sentimiento romántico se ponía de manifiesto con declaraciones poéticas, y cuando las referencias al dios romano Cupido hicieron sus primeras apariciones.
Con la Revolución Industrial a mediados del siglo XX y la aparición del capitalismo se comenzaron a crear productos relacionados con San Valentín, permitiendo que esta celebración llegase a todo el mundo. En concreto, la primera reseña que existe de la comercialización de San Valentín es de la norteamericana Esther A. Howland, precursora en la venta de tarjetas como regalo de San Valentín con dibujos de enamorados, corazones y demás. Se